EL ALMA ESTREMECIDA
***
Sin ti, mi amor, esta noche
tendré el alma estremecida
y habrá equinoccio en mi pena
y soledad en mi día.
En esta melancolía
será la noche mi amante
y tú la flor del espino
clavada en mis soledades.
Este poema en mis labios
será una rosa incolora
entre los idus de marzo
si no te tengo a la aurora.
Me abrazaré a este recuerdo
donde tus ojos anidan
con una luz especial
como del cielo llovida.
Mis labios están abiertos,
resecos de tanta espera,
y ni una gota de agua
cae en esta roca desierta.
Mientras te guardo en mis manos
temblando de amor y pena
un ramo de rosas blancas
que luego serán cerezas.
Que nadie sepa este canto
de mi vida y mi dolencia,
que lleva amor y temblores
por esta forzada ausencia.
Temblor por estar sin luz
de tu mirar de princesa.
Y amor, el que siempre tuve,
en esta voz prisionera
con un alba azul-morado
de tus ojos de agarena.
En tus manos siento un libro
que va soñando poemas
y que a tu tacto se vuelve
poesía de primavera
con aliento de palabras
existenciales, conexas,
defensoras de la vida,
de la verdad, de la tierra,
de la voz enamorada
que habita en la luz eterna.
¡Mi amor, llévame contigo
que soy tuyo en esta letra
y en todo el mundo poético
de este equinoccio que lleva
igual el día que la noche
en este amor que te espera!
***
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