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miércoles, 11 de julio de 2012

EL PUEBLO SE ASFIXIA


No sé que decir esta mañana. Tengo las alas rotas y las noticias que me llegan de los medios me preocupan cada vez más. Siento en mi corazón como una especie de inquietud y desazón que me agobia y me asfixia, como creo que le ocurre a la mayor parte del pueblo español en estos tiempos que transcurren. La clase política parece no darse cuenta de que el pueblo se asfixia, es decir, se le está asfixiando con tantos recortes, recortes, algunos muy impopulares e injustos. Nuestros dirigentes y los dirigentes europeos, creo que se están yendo por los cerros de Úbeda, están desequilibrando tanto la carga del carro, que está propenso a volcar.
He trabajado más de cuarenta años, el mango del pico me ha hecho ampollas en las manos, tengo callos en los codos de aprender todo lo que mis facultades me han permitido, mis ojos se resienten del cansancio. Ahora las ampollas y los callos creo que me están saliendo en el corazón. Las causas de esta pena son las medidas que está tomando el Gobierno actual, sí, ya sé que me van a decir que es lo que nos hemos encontrado, pero ¿tiene la culpa el pueblo llano y sencillo de esta crisis? Crisis que no debiera afectar a los ciudadanos de a pie, bueno quiero decir, trabajadores, funcionarios, mediana y pequeña empresa, jubilados, dependientes, discapacitados, en definitiva los humildes. ¿Por qué se les hace pagar a ellos la crisis? ¿Qué culpa alberga su corazón de una crisis que ellos no han fraguado? Ahora se habla de subida del Iva. Subida en los productos de alimentación o en los lujos, si es en los alimentos es UNA TREMENDA INJUSTICIA, todos nos tenemos que alimentar, ¿ a quién le va a salir más caro? por supuesto a la clase pobre.
El copago de las medicinas, ¿a quién le toca sufrir más las consecuencias? -al pobre, por supuesto. Ahora se habla de los funcionarios, ¿también van a pagar un pato que no saben de quién es?
Hay otras formas de ahorrar: coches oficiales, reducción de sueldos a altos cargos, reducción de ciertos privilegios a quien todos sabemos. traslados en avión, y tantas cosas que no quiero mencionar. Impuestos sí, por qué no, pero debe pagar más quien más tiene, que siempre van a lo mismo a la asfixia del pueblo. ¿Qué pasa con el dinero de los grandes capitalistas? ¿Acaso ellos no pueden arrimar el hombro? ¿Son intocables? ¿Dónde y cómo hicieron sus fortunas?
El corazón me sigue latiendo, pero hoy con más tristeza que nunca, tanto recorte, tanto recortar; y a la banca ¿qué pasa con ella?.
El carro se vuelca poco a poco, hacen falta políticos de raza, gente joven, con dinamismo, hay que dejar subir a los que valen, no cortarles el paso, como casi siempre se hace. Todo me lleva, siento repetirme, a lo del amor y la conciencia humana, o esto se arregla palpándose el corazón y con buena conciencia, o vamos por el camino equivocado. Y siento decirlo: ¡Me siento indignado!

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