YA NO CABEN PALABRAS.
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A ti, mujer, desdoblada en amor,
aunque las sombras pretendan ocultarte
a mi mirada.
.-.-.-.
A la luz de tus ojos veo mi frente
y en ella se refleja lo vivido
con un aliento dulce y permanente.
Qué más puedo querer que estar contigo
si entiendo que el amor es una fuente
donde mana la luz con que te miro.
A veces siento el aire estremecido
de tus sueños de amor, que eternamente,
suspiran con sanar al mundo herido.
En tu ser de mujer, sol permanente,
que la paz de esta tierra se ha perdido
por negarte la luz que tú desprendes.
Te negaron, amor, lo más querido,
decidir por ti misma, y solamente,
te dejaron el cargo de los hijos…
El hombre ha de cambiar, y francamente,
contar con la mujer y hacer camino,
camino a la igualdad y alta la frente.
No caben ya palabras sin destino.
Las cosas hay que hacerlas seriamente:
sin dobleces, sin dudas, decididos.
Es la mujer la vida, y ampliamente,
se desdobla en amor para vivirnos,
con la dulzura eterna de su vientre.
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Madrid, 8 de marzo de 2013.
Eladio San Juan Brasero.
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