OTRA VEZ LA MINA
Otra vez la mina doliendo en el costado,
otra vez en China, en León. Quién sabe...
Pero muertos están, qué duda cabe.
No tengo más remedio que este trazo
para llorar mi grito, mi duelo desolado.
No tengo ni un remedio que les salve;
soy ese marinero que atrapado en la nave
navega sin saber, sin rumbo y desterrado.
No tengo otro remedio que encender las palabras,
quejarme de la vida, llorar desesperado...
No tengo otro remedio que escribir con el alma
este verso de lluvia cayendo en lo mojado.
No me queda otra cosa que llorar sin consuelo,
no tengo otras palabras para la gente humilde,
no tengo más remedio que incluirme
en el triste y desesperado, dolor de los mineros...
Solo puedo dejar mi palabra en el aire...
Mi rosa para ellos sembrada en el camino,
en la luz, en la mina y en mi sangre...
***
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