No olvides el corazón cuando respires...
Inspira en la profunda soledad de tu pecho.
Y vete cuando espires detrás del aire todo.
En la caja del pecho hay un niño nadando
y no se queda corto hablándole al cerebro.
Cuando ambos se aman y hablan a la vez,
la salud se hace vida.
Respira amor, y ama al niño que en él late.
Cuando el niño se baña se baña el corazón
y el más dulce regalo inundará tu alma,
que agradecida toda te tenderá los brazos
y una sonrisa hermosa te buscará la luz.
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