Seguidores

jueves, 24 de noviembre de 2011

ENTRE EL AMOR Y LOS SUEÑOS



Hoy he sentido una herida sangrante
en este amor de lluvia entre puñales.
Ella no escucha mis avisos dolientes
y me hiere pensando en que la olvido.
¿Es amor este alud de palabras hiriéndome?
A veces pongo en duda las palabras
porque tienen dobleces inconexas.
Hoy creo que soy una herida en la tierra
pero me desdigo cuando pienso en el mundo,
en ese mundo que sufre y nadie escucha.
He sentido de golpe que la herida sanaba
y he mirado la rosa mecida por el viento.

domingo, 20 de noviembre de 2011

PERIPECIAS DE UN VOTANTE POR CORREO



Es 20 de noviembre de 2011, es un día con el cielo cubierto de nubes y las calles húmedas de la lluvia. Madrid, presenta un aspecto gris. No hace frío. Se puede ir comodamente a ejercer el derecho al voto. Es día de Elecciones Generales. Todo perfecto.La brisa se ha dormido. El votante X se dirige a su mesa electoral y aquí comienza esta história de un votante decepcionado:

El Sr. X había estado unos día de vacaciones en su pueblo y decide prolongar éstas todo el mes de noviembre, pero he aquí que él como buen ciudadano decide, porque asi lo exigen las normas, votar por correo. pero el destino a veces nos conduce por caminos no deseados y al Sr. X se le muere un familiar en Madrid, por lo que ha de viajar con urgencia a esta capital.

Hayá en el pueblo, el cartero le lleva su documentación para ejercer el voto por correo, como el Sr. X no está, el cartero no entrega a nadie la documentación.

El Sr. X al encontrarse en Madrid, decide informarse y llama al 010 y cuenta su caso desde la A a la Z, le dicen que como no ha recogido su documentación en el pueblo que puede ejercer su voto en Madrid que es donde está censado y domiciliado, esto tranquiliza al Sr. X y da por supuesto y por bueno que puede votar en el Madrid cosmopolita y moderno.

Volviendo al comienzo de la historia. Es día 20 de noviembre de 2011, 10, 40 de la mañana, el Sr. X se dirige a su colegio electoral, va a la mesa que le corresponde y dice:

- Buenos días a todos-. saca su documento de identidad y lo entrega a la persona responsable de este menester en la mesa, la persona lo mira, coteja la lista y le responde: -¡no puede usted votar!.

El Sr. X, se le queda el rostro del color de la cera,-¿Cómo es posible?-pregunta.

En la mesa le comentan que en la lista está marcado con una "C" y que significa que ha votado por correo.-Pero no puede ser, si a mi me han informado que sí lo puedo hacer, que puedo votar,- responde el Sr.X.

Se levanta el presidente de la mesa y va a consultar con el Representante de la Administración. Vuelve a los pocos minutos y erre que erre, le vuelve a decir que no puede votar.

El Sr. X siente que le flaquean las piernas. No puede votar en el pueblo ni en Madrid. Alucina, siente una decepción que supera su ánimo.En aquellos momentos llega a la mesa el funcionario de correos con los votos emitidos por correo en aquella mesa. El presidente le pregunta al funcionario: -¿Estos son todos los votos que se han emitido por correo, ya no tiene que traer más?, y el funcionario responde:- sí, son todos-. Entonces el Sr. X, pregunta:- ¿Por favor, miren si vengo en la lista de los que han votado por correo?.
El presidente ni siquiera repasa la lista de votantes por correo, sólo se fía del mamotreto donde dice que el Sr. X tiene adjudicada una "C". ¡Pobre Sr. X! Él, que siempre ha sido y es una persona alegre, optimista y valiente, no puede comprender tal situación. Mira en derredor, ve a muchas personas ejerciendo el voto, ese voto tan insistentemente solicitado por su candidato preferido, y siente envidia sana de las personas que están votando. Siente un nudo en el estómago y lentamente se dirige a la calle...En la puerta observa al Representante de la Administración, un joven que tiene cara de ser comprensivo e inteligente. El Sr. X se dirige a él sin vacilar y le cuenta su caso. El joven llama por telefono a alguien y dirige la palabra a nuestro amigo. -¡No puede usted votar!-le espetó.

-¡Vale, qué importa un voto más o menos!, -responde nuestro querido Sr. X con una tristeza infinita en el rostro.-Guarda en uno de sus bolsillos los sobres con las listas correspondientes en su interior y cabizbajo y dolorido, con el peso en los los hombros, le dice adiós al Representante. Éste le recomienda que presente una reclamación, pero el Sr. X no está para tonterias y responde: -Quien con tanto amor me ha pedido el voto que resuelva este problema, a mi sólo me queda la Abstención. Me pasaré al bando de los "super indignados". Esto es acojonante, delirante, y...Me cago en la puñeta...

(Cuento basado en un hecho real de hoy día de las Elecciones Generales de 2011.Se ha violado un derecho.Así es España. ¡Qué más da!)