Aunque tengo poco tiempo, no puedo por menos que hacer un intento en favor de las madres, no importa que el día de la madre lo inventara la sociedad de consumo. No debe importarnos nada, pues cualquier momento es bueno para felicitar a las mujeres, y hoy especialmente a las madres, y no sólo a las que son madres, sino a todas ellas por ser la fuente natural de la vida. Ellas son: la mujer, la madre, la hermana, la compañera, la que lo da todo a cambio de nada. Y si hablamos de las mujeres que no tienen hijos, diremos que sus espíritus son intensamente maternales como si los tuvieren. Se aprecia en la mujer esa ternura innata hacia la maternidad, es por eso que su sensibilidad supera los límites de la entrega por los demás. ¡Madre! ¡Qué palabra tan hermosa! ¡Cualquier día para recordarte! ¡Cualquier día para pensarte! ¡Cualquier día para amarte!
E. S.
