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sábado, 9 de marzo de 2013

RINCÓN DEL POETA



 (Fotos de Isabel Molano)
                                                  CABALLOS DE AGUA
                                                              ***
¡Ay, Arroyito del alma que duermes bajo los cielos!
Hoy te ves en el paisaje de la trenzas de tu pelo.
Tus turbulentas espumas son caracolas al viento.
Caballos de agua galopan camino del mar eterno
y una mocita arroyana lleva su pelito suelto.
Ella suspira...y el mozo, va por "la quebrá" subiendo.
Caballos de agua y espuma galopan por mi recuerdo,
mientras te digo llorando: -¡Arroyito, yo te quiero!
El pontones lleva rosas que son de mi pensamiento,
trozos de musgo y de ramas que el agua se lleva lejos.
De mi corazón se vierten palabras porque te quiero
y aunque lejos yo me halle corres por mi sangre adentro.
Arroyito de mi vida sigue tranquilo en mi verso
y no te vayas al mar porque sin ti yo me muero.
¡Caballo de las espumas! ¡Luz eterna bajo el cielo!
¡No olvides que por el agua van rezando los labriegos!
Y yo lloro por tenerte sereno en mi pensamiento...
¡Arroyito de mi alma qué no se rompa tu lecho!

               ***
Eladio San Juan

viernes, 8 de marzo de 2013

RINCÓN DEL POETA

YA NO CABEN PALABRAS.


           *******
A ti, mujer, desdoblada en amor,
aunque las sombras pretendan ocultarte
a mi mirada.
            .-.-.-.
A la luz de tus ojos veo mi frente
y en ella se refleja lo vivido
con un aliento dulce y permanente.

Qué más puedo querer que estar contigo
si entiendo que el amor es una fuente
donde mana la luz con que te miro.

A veces siento el aire estremecido
de tus sueños de amor, que eternamente,
suspiran con sanar al mundo herido.

En tu ser de mujer, sol permanente,
que la paz de esta tierra se ha perdido
por negarte la luz que tú desprendes.

Te negaron, amor, lo más querido,
decidir por ti misma, y solamente,
te dejaron el cargo de los hijos…

El hombre ha de cambiar, y francamente,
contar con la mujer y hacer camino,
camino a la igualdad y alta la frente.

No caben ya palabras sin destino.
Las cosas hay que hacerlas seriamente:
sin dobleces, sin dudas, decididos.

Es la mujer la vida, y ampliamente,
se desdobla en amor para vivirnos,
con la dulzura eterna de su vientre.
             ***
Madrid, 8 de marzo de 2013.
Eladio San Juan Brasero.