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sábado, 7 de octubre de 2017

LA AÑORANZA DEL NENÚFAR Y DESDE EL DESTIERRO

LA AÑORANZA DEL NENÚFAR
                        I
Cuando ella llegaba, él no era…
Había una luz de agua en el estanque.
Agua de lluvia en la quietud…
Él ya no era, le invadieron sus ojos.
Estaba ella y aquel hombre melenudo
con ráfagas de luna en el costado.
Era ella y sólo ella, lo único vital en las orillas.
                        II
El grito de los hombres se escuchó sobre el parque:
Deseos, egoísmos, noticias imprecisas, locuras enfrentadas…
Televisión y dudas…Mentiras sobre el aire…
Sucumbía el amor, al beso de aquel hombre,
galán de la mañana…Y el tiempo se hizo corto en el amor…
El nenúfar, lloraba, herido por su ausencia…
                        III
Ella miraba a la calle en su amargura…
El beso del otoño invadió su ventana.
Y recordó el blanco del nenúfar,
y dejó de habitarle la tristeza.
            …
Y se volvió al estanque…
Y, aunque un momento fuera,
el impacto sublime de sus ojos
-en la breve quietud de la mañana-
se hizo luz en el agua…
El blanco se hizo amor
y el rojo la esperanza.
Añoraba el nenúfar la caricia,
añoraba el amor, la luz, el agua…
añoraba del mundo la ternura.
Llegó en profundidad un beso largo…
Temblaba el nenúfar…
Respiraba la niebla…
Y ella estaba allí, inmarcesible, inacabada…
Cantaba un pajarillo entre las frondas
anunciando verdad en los amores.
Una metáfora de luz y de alegría
vino a vivir con ella y con su karma.
Y fue el amor entre ambos, un triunfo…
Él en la quietud,
Ella en el habla…
Tal vez, venció el amor, y era lo humano;
era una diosa toda, flor de carne,
era un nenúfar blanco junto al agua.
                        ***
DESDE EL DESTIERRO
(TRÍPTICO DE AMOR)
            .-.-.-.
Aquí, desde la voz y en la presencia,
voy templando días y, sobre todo,
ardo en la luz completo y de tal modo
que me siento morir en esta ausencia.

Quiero agregar amor a mi sentencia
y unirme con el tiempo codo a codo
para no sucumbir en este lodo
de tanta hipocresía y más violencia.

Hablan, mienten y roban, hacen todo,
todo para saciar sus apetencias
de poder y dinero. ¡Quieren todo…!

Ruego el amor e imploro diligencia
por la luz y la paz, -y de tal modo-,
que me encadeno siempre a la conciencia.
                                   ***
Si es el amor la luz para este mundo
me colgaré a su rayo y, bien atado,
me abrasaré de amor y muy profundo
tejeré mi sentencia: ¡Condenado!

Nadie, nadie me hará caso, e infecundo,
caminaré dolido y maltratado
y por amor iré meditabundo.
con la luz derramada en el costado.

Andaré tropezando en lo profundo
y puede que me muera equivocado,
incrédulo del ser, pero fecundo.

Estoy para la paz, siempre entregado,
y me llueve la luz cada segundo,
entre golpes de amor en el costado.
                        ***
A la luz del amor y en este anhelo
he caminado siempre, amor ansiado,
y ya como templado y en deshielo
me acerco a la verdad enamorado.

Y aunque me caiga roto y sin consuelo,
seré para al amor…, porque he tratado
que sea siempre mi lumbre y mi desvelo,
en su concepto pleno y bien amado.

Me elevo de mi ser, como en un vuelo,
desde la ausencia, viejo y destronado,
porque el amor así me da consuelo,

al sentirme de mi deshabitado.
Fuera del yo, ya todo para el cielo,
y auténtico en amor por desterrado.

                        .-.-.

martes, 15 de agosto de 2017

EL RINCÓN DEL POETA

EN TUS LABIOS
A ti, mujer, sin más.
...
En el perfil de tu risa
bailan tenues amapolas.
Con mis labios yo las borro,
herido por éstas olas.
Olas que me van diciendo:
amor, amores sin sombras.
Luz en tu boca prefiero
y no cuando el rímel borda
surcos de azules y negros,
que son un alma que llora.
Por eso, mi amor, anhelo
borrar carmín de tu boca
con la fuerza de mis besos,
y no manchar amapolas
ni desprenderte hilos negros
de tus candiles de aurora.
**
Eladio Sanjuán

miércoles, 7 de junio de 2017

RINCÓN POÉTICO

LA ROSA DEL CAMINO.-
            ***
(A una mujer que iba a la zafrilla).

Eras tú y no otra, la rosa deshojada del camino...
Entrar y no entrar a verte sobre el bosque.
Paraíso de luces sobre una  tenue amanecida.
Llovía sol... y la mañana circular, dejaba olor de campo.
Era todo sencillo, un leve paraíso entre celajes.
Tú y tus labios, un son de despedida presagiaban.
Mañaneaba la alondra el bosquecillo,
blanco de luna y verde de impresiones.
Solo tú, dejaba un vuelo de perfumes cereales.
Febo, con su disco de oro fulgurante 
se expandía en el cielo,
e intentaba abrazarte la cintura.
Eras tú y no otra, la rosa deshojada del camino...
una lázara más profetizando.
eras tú y no otra, la rosa que nublaba la mañana.
Eras tú y no otra, el no del paraíso.
Siempre en la misma era coronada de encinas,
siempre tú y la tierra prendida en mi costado.
Un día seré yo, la tierra, el labrador que lleve 
ese tallo hambreante de tu empuje... 
El regazo que lleve un corazón sembrado de amapolas.
Y serás tú y no otra, la rosa enamorada del camino,
la que vuelve a nacer, pujante y clamorosa.

                       *******
E. Sanjuán.

SOLEARES EXTREMEÑAS (CANTE FLAMENCO)



SOLEARES
.-.-.
Navalmoral, pueblo mío...
que lejos te vas quedando
de este corazón perdío
que siempre te va llorando.
..-..
Lloran las flores del agua...
Los juncos tiemblan de amor,
cuando los niños jugaban 
el agua se los llevó.
..-..
En la piedra Caballera,
la pedí que fuera mía,
y me contestó con pena 
que estaba comprometía...
..-..
¡Ay, qué triste está el abuelo!
Madre, qué le va a pasar,
desde que se fue la abuela
ya no quiere ni pescar.
           ..-..

        ******
De mi libro: "Letras flamencas"