¡¡Gualalupe para Extremadura, ya¡¡
El 12 de Octubre se celebró en Guadalupe con toda solemnidad la Fiesta de la Hispanidad, realzada por la dinámica Asociación de Caballeros de Santa Maria de Guadalupe. En un hermoso día primaveral, portando las banderas de las naciones americanas, los engalanados Caballeros de la Virgen de Guadalupe abrieron el acto en la plaza ante ese Pórtico de la Gloria, que es la monumental fachada del Monasterio. La santa misa fue presidida por el Arzobispo de Toledo, quien tuvo una homilía de hondura evangélica y mariana. Todo perfecto, nada ni nadie sobraba, pero alguien y algo faltaba...los obispos extremeños y algún mensaje, aunque mínimo, a la Patrona de Extremadura. Hubo en el sermón, nueve referencias con la palabra “Virgen de Guadalupe”, seis alusiones a“Reina de la Hispanidad”, cuatro a “España”, una a “Europa”, una a “Virgen del Pilar”, y ni una sola vez se pronunció el nombre de “Extremadura”. Para los que lo desconozcan , Guadalupe, aunque geográfica y políticamente, pertenece a Extremadura, eclesiásticamente pertenece a Toledo ¡Un residuo feudal arcaico sin fundamento en la sociedad actual¡ Prueba de ello es que todas las canciones religiosas de la misa llevaban nuestros queridos sones de redobles, fandangos, jotas, un banquete folklórico extremeño. Y al salir la procesión, la Banda Municipal tocó el Himno de la Virgen, que comienza.”Augusta Reina de Extremadura”..¡.Es la tozudez de los hechos populares frente a los malabarismos arbitrarios del poder¡. Ya en la Basílica, para terminar, se cantó un hermoso himno mariano, pero no el de la Virgen de Guadalupe, finalizando con voces espontáneas de “¡Viva la Virgen de Guadalupe¡ ¡Viva la Reina de la Hispanidad¡”, pero un grito anónimo resonó ¡Viva la Patrona de Extremadura¡, seguido con una entusiasmada aclamación popular.
¡GUADALUPE PARA EXTREMADURA, YA¡
Escrito por
Tomás Calvo Buezas, Tornavacas,
Catedrático emérito de Antropología de Iberoamérica.
¡¡Gualalupe para Extremadura, ya¡¡
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PATRONA DE EXTREMADURA
REINA DE LA HISPANIDAD.
(A la Santísima Virgen de Guadalupe).
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Luminiscente estela del aura púrpura.
Virgencita morena de las Villuercas,
toda la voz del mundo te nombra y siente
que hay un amor divino sobre la sierra.
Ni la jara, ni el viento, ni el sol ardiente,
ni el poeta más dulce decir pudiera
cuanto amor desdoblado Tú te mereces.
Morenita del alma. Dulce viajera.
Tus milagros son tantos que, nadie puede,
imaginarse nada, ni hacer la cuenta.
Sólo Dios, Madre mía, Rey de los reyes,
puede hacerlos, contarlos, prender estrellas.
Pero Tú, Virgen Santa, tienes el vuelo
para la intercesión al Alma Eterna.
Virgen del pastor. Guía de marineros.
¡Divinidad de España, también de América!
¡Capitana de todos!¡Reina del Cielo!
¡Extremeña bonita!¡Sutil violeta!
Quién pudiera decirte cuanto queremos,
pero a Tu lado, Virgen, ¡Guapa romera!
Las palabras se agotan. Vive el silencio.
Los zafiros se apagan, tu luz les ciega.
Virgen de Guadalupe. Diamante eterno.
Ni las aguas, ni el aire, ni los planetas,
ni las flores del campo, ni los veneros,
ni los atardeceres sobre la sierra
pueden decirnos nada de tus encantos.
Sólo tu rostro, Virgen. Sólo tu pena,
al besar esa sangre del Hijo amado
que caía derramada sobre la tierra,
nos lo ha dicho todo sin tu contarlo.
Y por eso queremos bendita Estrella,
entregarte alegría. Besarte tanto
que, tus ojos no lloren, y tu Hijo tenga
el amor que merece multiplicado
en cantos amorosos desde la tierra.
Pero a Ti, Madre amada. Flor de los cielos,
quién te recoge el llanto sobre la arena.
Con pañuelo de blonda, todos queremos
enjugarte ese llanto, borrar tu pena.
¡Alégrate, Virgen Santa! ¡Flor de romero!
¡Que tus ojos alumbran la tierra entera!
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Escrito por
Eladio San Juan Brasero.
Caballero de Sta. Mª de Guadalupe.
Año 2007.
