EN LOS CEREZOS

Con los idus de marzo llueven flores
y después el blanco se hace rojo.
Habrá verdes y rosas, y romeros y jaras,
y mi tierra se bañara de pardos,
con las tencas jugando bajo el agua...
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Pleno de amor y recuerdos
mi corazón llora y canta
y Extremadura levanta
un beso de tierra al cielo,
y en las flores de un cerezo
un pajarillo me canta
y le duele la garganta
de tanto decir te quiero;
porque sabe que me muero
cuando la tierra me falta.
Tanto amor hay en mi sabia
para decir que la quiero
que ni el árbol ni el jilguero
de mi corazón se apartan.
Ya las cosas se hacen blancas
en mi mente y en mi cuerpo
y mi seriedad reclama
verso frío y mente sana
y no el impulso de sueños;
pero mi vida y mi tiempo
Extremadura se llama
y en mi pluma enamorada
sólo blanquean los cerezos
como la nieve en los cerros
de mi Jerte y sus montañas
con los valles y los pueblos
y el sueño de mis mañanas.
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