Los amantes, debieran verse el uno al otro al despertar.
.........
Estaban ya apagados los ojos de la luna.
El alba la había precedido y deslumbrado
con sus brillos diurnos.
Todo bullía por el cosmos invadido de claridades o reflejos.
En el otro Continente una mujer dormía en mitad de la noche,
ignorando que la luna se queda para besar sus ojos.
Cuando los abra, tendrá una luz en ellos palpitante,
y pensará en España, donde un amor espera para besar sus labios.
Es llegado ese tiempo en el que, uno dormido y la otra despierta,
se soñarán amor con azules distintos,
y todo por culpa de la ausencia que devora los años.
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